El pasado viernes, celebramos en el cole nuestro tradicional desayuno carnavalero.
Los rosquillos, las flores y las cañas estaban riquísimos. Después tomamos un batido o un zumo, según nos apeteció.
Las palabras nos construyen y nos comprometen. Por ello, las buenas personas son gente de palabra. Como Juan Alcaide, valdepeñero, poeta y maestro de Primera Enseñanza (1907-1951).
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