Pasadas las fiestas navideñas, he querido dejar aquí la huella de su alegría. La alegría de prepararla, el júbilo de celebrarla, el apetitoso desayuno con chocolates y churros, la ilusión de los Reyes Magos de Oriente y sus regalos. Y la vida, vívida, de un año nuevo. Feliz 2.012.
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da gusto ver la felicidad de los niños reflejada en sus caras,ojala a los mayores les durara para siempre....
ResponderEliminarCómo siempre José tu mirada también está en la de ell@s. Besos!!
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