viernes, 18 de mayo de 2018

Tercer partido de fútbol sala.


Ahí están nuestros "campeones". Si, nuestros campeones en la contienda deportiva con niños y niñas mayores que ellos; nuestros caballeretes y nuestra damisela luchando contra gigantes que, en realidad, son molinos de viento. 


Si, nuestros campeones en reunir a sus padres, sus abuelos, sus hermanos y su maestro; nuestros caballeretes y nuestra damisela haciéndonos disfrutar a todos juntos, que, en realidad, es como debiéramos disfrutar. 


Hoy hemos jugado con el equipo del colegio Virgen de la Cabeza y hemos vuelto a perder aunque hay que decir que por menos goles en contra y con muchas jugadas emocionantes. 


Destacaremos la actuación de todo el equipo -que ha jugado como tal- pero permitirnos que señalemos a nuestro cancerbero Alonso que ha parado casi todo y nos ha protegido de una considerable goleada. También hemos de señalar a Álvaro que ha hecho un partidazo memorable gracias al apoyo de todo el equipo.
Por cierto que hemos echado de menos a Diego -y seguro que él a nosotros- pero esta tarde estaba ocupado con su familia y no han  podido acompañarnos. Ya te lo contaremos el lunes.


Hoy todos hemos terminado contentos: unos por el apoyo y la atención que han recibido de quienes les queremos y los otros de ver como nuestro apoyo y nuestro afecto les hace crecer.

GRACIAS, CAMPEONES. 

3 comentarios:

  1. Como dice vuestro profe Jose, CAMPEONES, CAMPEONES, CAMPEONES!!!!.
    Habéis reunido fuerzas, ganas e ilusión y nos la habéis transmitido a quienes os hemos acompañado; padres, abuelos, hermanos, amigos y el profe Jose.
    GRACIAS. Goles hay pocos, pero ENTUSIASMO, os sobra.

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  2. Animó chicos yo se que podéis hacerlo!!!
    No os d esanimeis.

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  3. Me encanta la expectativa tan positiva que muestran los comentarios del AMPA y Angie valorando los resultados del partido. Esa debe ser la actitud de todos porque al final, en el ámbito educativo y en la vida misma, todos tendemos a cumplir las expectativas.
    Por otra parte, puedo aseguraros que lo mejor de ese partido no fue el marcador sino el ambiente alegre y de franca convivencia que sentimos antes, durante y después del encuentro. Un diez para todos los participantes: abuelos, padres, hermanos y algún amigo que nos acompañó.

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