Hoy hemos jugado con el equipo de los Trinitarios que eran chicos también de 4º de Primaria. Hoy hemos vuelto a sucumbir bajo el acierto de sus botas y de la supremacía que les ha dado nacer un año antes que nosotros. Pero no estamos tristes porque hemos batallado como unos valientes sin importarnos el marcador adverso ni el goteo inexorable de los goles en nuestra portería.
Hoy si que nos aflige un poco que haya sido nuestra última jornada en las Olimpiadas Escolares porque hemos disfrutado mucho concentrándonos para entrenar, reuniéndonos para jugar, viendo juntos a nuestros padres y madres, escuchando el aplauso de nuestros compañeros y alegrándoles a todos estas cuatro tardes con nuestra afición al fútbol.
El año que viene volveremos a intentarlo y estamos seguros que, siendo un año mayores, obtendremos mejores resultados en lo futbolístico. En lo personal y como grupo ya hemos ganado mucho estos días: ha sido muy bonito oirnos con una solo voz y vernos a todos a una.
Queremos dar las gracias a Diego y a Apolonia porque el primero nos ha dirigido en los entrenamientos y la segunda nos ha regalado el último día con un polo para refrescarnos. Muchas gracias a todos los que habéis venido a animarnos. Os queremos mucho, aunque eso ya lo sabéis...