Estamos en días de despedidas, agradecimientos y homenajes. Un padre de Educación Infantil de 5 años me ha hecho llegar este mensaje y este audivisual que, con mucho gusto, os traigo hasta esta publicación digital que solo pretende ser un vehículo de comunicación entre toda la Comunidad Educativa de nuestro Centro.
"Aquí te mando -escribe ese padre- el homenaje audiovisual que le hicimos ayer a Nieves en su
clase para que la subas al blog. Las madres y padres
quedaron encantados y agradecidos, y la Seño, con las lágrimas
empañándole las gafas, emocionadísima. Resultó muy entrañable y un
recuerdo para toda la vida del cual le hicimos entrega en un DVD, junto
con el texto completo que le dicen los niños: una declaración tan
emotiva que todo maestro, sobre todo de niños pequeñines, querrían que
le dedicaran alguna vez".
"Adiós.
Creo
que tenemos que despedirnos y no sabemos muy bien cómo hacerlo, ¡somos tan
pequeños! Nuestros papás nos dicen que
no vamos a volver a ser como somos. No lo
entiendo, ¿por qué? Este es nuestro
sitio, nuestra clase, nuestros juguetes, nuestra seño. No quiero, ¡nos lo pasamos tan bien…! No puede haber otro sitio donde seamos tan
felices.
Nos
dicen que nos estamos haciendo mayores y que tenemos que ir a otra clase. Que dentro
de unos años, cuando ya no te veamos, seguramente, no nos acordaremos de ti. No puede ser, ¡si casi eres nuestra otra mami!
Parece
ser, dice mamá, que eso les pasa a todos los niños. Puede ser, pero, estamos
seguros que siempre llevaremos dentro lo que tú nos has enseñado, todo lo que
aquí hemos vivido. Y nuestros papás nos recordarán que aquí fuimos felices; que
aprendimos lo más importante.
Contigo
aprendimos a hablar, a veces de más, pero muy bien. Aprendimos a jugar; a
escuchar, a respetar y a compartir, a tener amigos y amigas… a ser personitas.
Y empezamos a conocer el mundo ¡¡qué bonito es el mundo!!
Disfrutamos
con tus cuentos y cantamos tus canciones. Intentaremos no olvidarlas para conservar
siempre algo de nuestra niñez.
Nos lo
llevamos todo, algo de ti queda en nosotros, aunque no lo sepamos, aunque no
nos acordemos. Gracias, Nieves, por
habernos dejado estar contigo, y por habernos escuchado. A los niños nos gusta que nos escuchen aunque
los mayores crean que no es muy importante lo que decimos.
Cuando
pase el tiempo, mucho, mucho tiempo, si nos ves por la calle, dinos ¡hola! A lo mejor, no te reconocemos. Pero,
seguramente, esbozaremos una sonrisa. Quién sabe por qué. Quizá nos venga a la memoria una sensación, el recuerdo fugaz de que contigo pasamos la
etapa más feliz de nuestra vida.
Hasta
siempre. Te queremos,
Tus niños y niñas. 2.011-2.014"